México: Invisibilizada la salud sexual de las lesbianas
Mérida, Yuc., 13 jul. 16. AmecoPress/ SemMéxico.- En México la salud sexual de las lesbianas es un tema que yace en la ignorancia, ya que los trabajadores de la salud no tienen conocimiento sobre los riesgos que se puedan presentar en estas relaciones y no existen capacitación al respecto.
Ana Echeverría explica que al acudir a la ginecóloga y exponer su orientación sexual, lo que encuentra es nerviosismo y silencio porque aún las personas preparadas en temas médicos no saben qué hacer o cómo abordar todo lo que a la paciente pudiera interesarle sobre su salud sexual.
“Esto tiene que ver con que la sexualidad es falocéntrica, incluso para muchos el sexo lésbico ni siquiera entra como una relación sexual, es un faje, es masturbarse, es cualquier cosa menos coger. A diferencia de las relaciones homosexuales (entre hombres) que sí se visualizan, porque desde luego que hay falo de por medio, entonces eso sí es coger”, dijo.
Además de esta visión falocéntrica del sexo, como apunta Echeverría, la salud sexual se trata en términos reproductivos, por lo que las recomendaciones son dirigidas principalmente a la prevención de un embarazo no deseado.
“Como no tengo el riesgo de embarazarme, entonces no hay nada qué decir, como que no hay nada qué aportar y definitivamente no hay presupuesto público para campañas de salud dirigida a esta población”.
Ante esta realidad, Echeverría, así como otras lesbianas, han ideado métodos de barrera para protegerse de las infecciones y enfermedades de transmisión sexual, utilizando artículos destinados para realizar otras tareas, como guantes, diques dentales o plástico de cocina, por mencionar algunos.
“Realmente no hay métodos que estén específicamente creados para la prevención de la salud sexual de las lesbianas…ni siquiera la industria del sexo piensa en las relaciones sexuales entre mujeres”.
La diversidad sexual es un tabú y el ser lesbiana, señala, es totalmente invisibilizado tanto por el sector salud, la sociedad y las instituciones, ya que el tema de la violencia en la pareja y la violencia familiar se piensa desde el punto de vista donde los únicos que la ejercen son los hombres en contra de las mujeres, cuando también se suscita en las relaciones lésbicas.
“En lo que antes era el IEGY (Instituto para la Equidad de Género de Yucatán) había una situación que los ponía en dificultades porque (una lesbiana) sufría violencia por parte de su pareja…entonces tenían que proceder contra una mujer, cuando es un instituto que debería trabajar con mujeres, entonces también el tema de los recursos públicos están limitados a mirar cosas desde un punto de vista heterocentrado”.
Ana Echeverría menciona que incluso existen mujeres lesbianas con la misma idea de no correr ningún riesgo en sus relaciones sexuales, y señala que el verdadero problema no es sólo el que no se enseñe a los médicos durante su formación a tratar estos temas, sino que al encontrarse con esta situación, no es prioritario hacer algo al respecto, informarse o capacitarse para brindar una mejor atención a las pacientes lesbianas, y que dentro del recurso público no exista un programa que lo promueva.
Foto: SemMéxico.
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Internacional – Sexualidades – Lesbianas – Salud y género. 13 jul. 16. AmecoPress.