Las mujeres alcanzan puestos de decisión con esfuerzo y lucha personal
Las empresarias y sindicalistas reconocen su esfuerzo y lucha personal como la principal forma de acceso a un puesto de decisión, mientras que las funcionarias aseguran que han sido propuestas para el cargo por su superior jerárquico, en su mayoría hombres.
Estos son algunos resultados de la investigación "Mujeres en puestos de decisión. Manifestaciones de la vida pública y de la vida privada/doméstica", realizada por el Observatorio de
El documento presenta algunos de los resultados de la investigación que ha indagado distintos aspectos de la participación en "puestos de decisión" de mujeres del sector gubernamental, sindical y empresarial.
En el estudio se analizaron aspectos de la vida pública y privada/doméstica, vinculados al cargo que desempeñan y a la distribución de las responsabilidades familiares respectivamente, que dan cuenta de los límites y potencialidades de estos espacios.
El análisis explica que numerosos trabajos dan cuenta de las características de la división entre la esfera de lo público y lo privado/doméstico y de cómo se construye un sistema con dominio masculino relacionado estrechamente con la división social entre hombres y mujeres, en la que lo público y lo privado/doméstico asumen un significado específico.
El primero -público- se constituyó en el campo de toma de decisiones por excelencia de la sociedad, en el cual la mujer tuvo y aún tiene una condición subalterna, y el segundo -privado- se identificó y sigue identificándose con lo doméstico, cuyas tareas se le adscriben a la mujer.
Estas divisiones se fueron incorporando al inconsciente colectivo y a las prácticas cotidianas, manifestándose a través de mecanismos que han obstaculizado el desarrollo de las mujeres en el mundo laboral.
Para realizar la investigación se consultó a 112 mujeres, entre los meses de abril y septiembre de 2005, que trabajaban en su gran mayoría en el área de la ciudad de Buenos Aires. Se distribuyó el estudio en igual proporción entre mujeres de los sectores gubernamental, sindical y empresarial, y se buscó que estuvieran representados todos los sectores que componen
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"Mujeres en puestos de decisión. Manifestaciones de la vida pública y de la vida privada/doméstica" propuso poner luz a algunos aspectos vinculados a los puestos de trabajo donde están insertas las mujeres que pertenecen a los distintos sectores que componen
Las mujeres de la muestra ingresaron mayoritariamente al mercado laboral entre los 16 y 22 años de edad quedando, en gran medida, al margen del sistema de seguridad social. El motivo asociado a su decisión de trabajar se vinculó principalmente al deseo de desarrollo personal y a la necesidad de independencia económica.
Los trabajos que hoy desempeñan contemplan la posibilidad de "tomar decisiones" y se ubican en distintos niveles de la escala jerárquica; no obstante, la gran mayoría de ellas tiene como superior a un hombre.
En relación a la modalidad de acceso al cargo, las mujeres del sector empresarial y del sector sindical reconocen su esfuerzo y lucha personal como la principal forma por la cual accedieron a su puesto de trabajo, mientras que las mujeres del sector gubernamental señalan que ocupan el lugar que tienen por haber sido propuestas por su superior.
Las mujeres del sector gubernamental y del sector empresarial señalan como no excepcional el hecho de ocupar sus puestos, mientras que las mujeres sindicalistas consideran que no es habitual que las mujeres lo ocupen.
En la misma dirección están las mujeres del sector gubernamental y del sector empresarial las que perciben la inexistencia de diferencias con los varones que ocupan iguales "puestos de decisión", en cuanto a su capacidad de tomar decisiones, mientras que las mujeres sindicalistas van a ser las que afirman tener menor poder de decisión que sus pares varones.
Para tomar decisiones las mujeres eligen mayoritariamente estilos de relación participativa, ya sea a través de escuchar propuestas y pedir consejos, o limitándose a esto último.
Estas mujeres, en su gran mayoría, no dejaron de trabajar una vez que fueron madres y articularon estrategias que les permitieron desarrollar su doble rol. Las mujeres que sí dejaron de trabajar lo hicieron por motivos asociados a la necesidad de cuidar a sus hijas e hijos o a algún familiar enfermo.
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Internacional – Liderazgo – 24 marzo, 08 (AmecoPress)