“Las mujeres rurales deben tomar conciencia de la profesionalidad de su trabajo”

5 de marzo de 2008.

Por Isabel García

Autonomías | Mujeres rurales | Sevilla



Entrevista a Mª Carmen Ramón, presidenta de Ceres Andalucía


Comprometida y luchadora. Son adjetivos que dibujan el perfil de nuestra protagonista, la presidenta de la organización de mujeres rurales Ceres Andalucía, una asociación que en estos días está de enhorabuena ante el reconocimiento del Instituto Andaluz de la Mujer que le ha otorgado uno de sus Premios Meridiana. Concretamente el que se enmarca en la modalidad de iniciativas públicas o privadas en defensa de la igualdad, un galardón al “trabajo callado” de las mujeres de las zonas rurales andaluzas.

Y es que Ceres Andalucía fue, según afirma la propia organización, la primera asociación en reivindicar la titularidad compartida de las explotaciones, una figura que desarrolla la Ley estatal de Igualdad entre hombres y mujeres, y que supone un avance importante hacia el pleno reconocimiento del trabajo de las mujeres rurales.

Otra de las cuestiones que más preocupan a esta organización es la falta de medidas para conciliar la vida familiar, laboral y social, lo que obliga a las mujeres rurales a realizar una triple jornada. Esto se produce en un medio rural donde el sector agrario está masculinizado, y sometido al fenómeno del despoblamiento, lo que conlleva una reducción de los servicios e infraestructuras relacionadas con el cuidado de los menores y personas dependientes y convierte a las mujeres en “cuidadoras voluntarias obligadas”. 

- ¿Por dónde pasan los objetivos de Ceres Andalucía?

Ceres Andalucía se funda en abril de 2002, con la finalidad de aportar soluciones a los problemas del medio rural en general y, específicamente, los que afectan a las mujeres rurales, limitando su desarrollo personal, profesional, familiar y social. Nace por parte de las mujeres de COAG -Unión de agricultores y ganaderos- con el objetivo de dar cobertura a esas otras mujeres que viven en el medio rural pero que no son ni agricultoras ni ganaderas y que, por lo tanto, no se pueden afiliar a una organización agraria profesional como COAG. Con ese fin nace Ceres, que primero verá la luz provincia por provincia para luego unirse cada una de ellas en una federación. Somos un grupo de mujeres a las que nos apasiona luchar por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, por el potencial tan grande que somos las mujeres.

- ¿En qué consiste la actividad de Ceres Andalucía?

Fundamentalmente en hacer llegar a las mujeres en general, urbanas y rurales, la información y la formación para el desarrollo personal de éstas tanto en la vida económica, social, cultural,… en todos los ámbitos. Para ello organizamos reuniones periódicas que intentamos que coincidan con reuniones de áreas, jornadas, encuentro anual. Además, participamos activamente con las mujeres de la Vía Campesina, una organización mundial de la que COAG es socia fundadora.

- ¿Cuál es el perfil de la mujer rural andaluza?

Desde mi punto de vista hay dos perfiles bien diferenciados, en función del tipo de agricultura de la zona. De un lado está el perfil de la zona a la que yo pertenezco, Almería, en el que predomina una agricultura intensiva, muy dinámica. Aquí el perfil es el de una mujer joven, activa, que se desmarca del perfil envejecido del campo. Son mujeres que en la mayoría de los casos tienen que hacer frente a lo que se conoce como ‘doble jornada’, en el trabajo y en la casa, porque además una empresa familiar tiene mucho que atender cuando se termina la jornada en el campo. El otro perfil es el que encontramos en zonas en las que predomina la agricultura extensiva, que depende generalmente de la acción del clima y que por lo tanto es más de temporada, de meses puntuales. Son mujeres que en época de campaña tienen una actividad muy intensa, pero que pasada ésta pueden ‘relajarse’ hasta la próxima temporada.

- ¿Cuáles son los problemas a los que tiene que enfrentarse la mujer rural?

Dos son los problemas principales a los que se enfrenta. De un lado, la falta de servicios y de otro la falta de conciencia de que están realizando un trabajo, y que como tal deben estar dadas de alta en la Seguridad Social. Y es que las mujeres en muchos casos trabajan igual e incluso más que el hombre y sin embargo no tienen prestaciones porque no están aseguradas. Esta realidad hace que a menudo te encuentres con mujeres que han trabajado toda su vida, pero que enferman y no tienen nada, porque no han cotizado por su trabajo. Son dos problemas que afortunadamente en las ciudades están ya superados y que diferencia a las mujeres rurales de las urbanas.

- ¿Sigue siendo el fenómeno del despoblamiento una realidad?

De alguna manera sí, pero no solamente por la falta de servicios. El fenómeno del despoblamiento se debe principalmente a la falta de beneficio económico por el trabajo que hacemos. Porque cada vez lo que producimos nos lo pagan mucho más barato cuando el total de productos que nosotros consumimos, como productores y como ciudadanos, cada vez están mucho mas caros. Estamos vendiendo tomates a precios de hace 30 años. Esto es una realidad que está obligando a muchos a dejar una actividad que aman como es trabajar la tierra, pero lo cierto es que llega un momento en el que tienes que abandonar porque no te puedes ganar la vida.

- ¿Es el sector un sector masculinizado?

Sí que sigue siendo un sector masculinizado, aunque cada vez compartimos más puestos, más responsabilidades. Hay organizaciones como la nuestra en la que sí que ejercen mujeres en puestos de dirección, aunque no es una cuestión de cifras sino de realidades. Preferimos que haya pocas pero que quien esté sea real. Porque puede haber muchas, pero mujeres que sean agricultoras o ganaderas y a su vez estén en ejecutivas no hay muchas, ahora las que hay sí que son reales.

- ¿Qué esperan desde Ceres Andalucía del reconocimiento de la titularidad compartida de las explotaciones, una figura que desarrolla la Ley estatal de Igualdad entre hombres y mujeres?

Esperamos mucho porque si esto se hace bien va a suponer que mucho del trabajo que realizan muchas mujeres y que de alguna manera lo hacen como economía sumergida, salga a la luz, se visualice, se tenga en cuenta. Por lo tanto, será bueno para todos. Porque la mujer va a tomar conciencia de que esta haciendo una actividad laboral y no un añadido más de lo que viene haciendo históricamente para la familia.

- ¿Qué papel están jugando las mujeres en esta lucha por la igualdad en el medio rural andaluz?

Están jugando un papel activo. El problema es que lo primero es hacer llegar bien la información, y digo problema porque aunque hoy hay muchas canales y rápidos parece ser que el ritmo de vida no permite pararse a escuchar. Eso sí, las que escuchamos y nos enteramos, nos lo tomamos al pie de la letra. Es terreno abonado, de modo que la mujer en cuanto le llega la semilla de la información y de los casos que pueden pasar al no tener la titularidad compartida, reacciona rápidamente. Por su parte los hombres también están respondiendo como se merece, porque en definitiva es una cuestión de educación y de conocimiento.

- ¿A qué retos se enfrenta hoy Ceres Andalucía?

El principal reto es que las mujeres del medio rural tomen conciencia del potencial que tenemos dentro, que podemos ser capaces de hacer lo que hacemos pero creyéndolo. Las mujeres rurales deben tomar conciencia de la profesionalidad del trabajo para el que hemos sido educadas con la idea de que estamos ayudando cuando en realidad somos los motores, siempre en igualdad.

- ¿Qué ha significado para Ceres la obtención del Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer?

Ha supuesto un reconocimiento a muchos años de trabajo, de trabajo callado, de trabajo que no es titular de nada, del trabajo de muchas mujeres, de nuestras madres y abuelas. Porque si empezamos a ahondar vemos como todas las mujeres hemos tenido en nuestras madres y abuelas referentes en esta lucha por la igualdad, evidentemente con otra forma de expresarse porque eran otros tiempos y no se podía ni abrir la boca. Y sobre todo ha supuesto un ánimo para seguir trabajando.

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Fotos: cedida por Ceres Andalucía

Pie de foto superior: Mª Carmen Ramón, presidenta de Ceres Andalucía

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Autonomía – Mujeres rurales – Entrevista – 5 marzo, 08 (AmecoPress)

 

 

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