Una conversación diferente
Nueva York, 12 ene. 15. AmecoPress.- La conversación entre hombres y mujeres no es hoy sólo diferente en el área de trabajo y en los hogares, es nueva, sostienen las personas investigadoras Barbara Annis y Keith Merron en su libro "Gender Intelligence" "Inteligencia de Género".
En cuatro capítulos desarrollan su teoría de este nuevo fenómeno que llaman la "inteligencia de género". Desde su primer capítulo, señalan cómo esta nueva forma de conversación le da un toque de interés para quienes siempre hemos apostado a una vida diferente.
Abordan por qué la inteligencia de género es un punto más evolucionado, cómo afecta la organización y genera condiciones de éxito. Tras estudiar a 500 compañías y un sinnúmero de organizaciones en el mundo, Annis y Merron explican que hoy hombres y mujeres sostienen en el trabajo una conversación diferente, una conversación de transformación que altera el área de los negocios.
Indican que después de décadas de inefectivos señalamientos y propuesta de cuotas de género, en este momento nos acercamos a un enfoque revolucionario de las mujeres y hombres líderes.
Principalmente en el grandioso entendimiento de las diferencias de género y en gran valor que tiene reconocer esas diferencias en lugar de intentar ignorarlas.
Así dan inicio a este libro ambas personas expertas en esto de "la inteligencia de genero" afirman que es una nueva conciencia que se esparce y crece fuerte cada día en Estados Unidos, Europa y en diversos lugares del mundo.
A nivel individual este nuevo acercamiento esta mejorado la comunicación entre hombres y mujeres. Y, además está resultando mucho más efectivo para resolver problemas, en el acercamiento entre innovación, toma de decisiones y en la satisfacción creciente en el trabajo y en la casa.
Del lado de las compañías, subrayan, este revolucionario acercamiento está ofreciendo a las organizaciones empresariales estrategias significativas y avance económico por encima de las compañías que no están aun en esta etapa de despertar a este profundo potencial.
Mientras otros negocios están estancados en el conocimiento convencional, estas organizaciones se están moviendo con determinación en mercados globales, más competitivos, y son capaces de reconocer completamente los esfuerzos de cada líder y de cada miembro de sus equipos.
Annis y Merron afirman que se necesita este nuevo acercamiento ahora más que nunca, pues si consideramos los increíbles cambios sociales que se han dado en los últimos 50 años, podremos pensar en los que se pueden obtener ahora.
Al hablar de la educación, estas personas expertas en "inteligencia de género" resaltan que estamos viendo un tsunami de mujeres inscritas en las universidades y graduadas en cada país del planeta. En muchos de esos países las mujeres han estado superando, sobrepasando a los hombres desde 1980.
Así, este mercado de mujeres con ambiciones, buscando carreras, empezando negocios, no proyecta signos de retirada. Por el contrario, más y más mujeres sostienen importantes posiciones de liderazgo en compañías importantes y en gobiernos. Ante tanto tiempo y esfuerzo invertidos, uno puede pensar que las mujeres están cerca de tener el mismo nivel de igualdad que los hombres, tanto en la oportunidad de desarrollo, en los salarios y para lograr posiciones de liderazgo. Pero no es así, ellas no están allí.
Annis y Merron aseguran que en la realidad las mujeres representan 50 por ciento de la fuerza de trabajo a todos los niveles. Y están en una de cada cinco posiciones de manager y sólo en una en el nivel de dirección.
Después de intentar romper el “techo de cristal”, explican, lo que se ha hecho las mujeres es sólo empujarlo para arriba. Y se preguntan, ¿qué es lo que se ha hecho mal?
La respuesta es clara, dicen: en el pasado hemos operado a partir de dos creencias fundamentales. La primera recae en el balance en la representación por género en los negocios, el gobierno y la educación.
Para alcanzar esa meta, añaden, se requeriría que los dos géneros estuvieran en igualdad de condiciones. Y, la segunda, que la representación equitativa en número no necesariamente resulta en una igualdad de género. Muchos creen que al tratar a todas las personas por igual genera balance, lo cual no sucede.
Esto es lo más difícil del caso, afirman ambos. ¿Qué pasa si la solución no se encuentra eliminando las diferencias entre hombres y mujeres, sino aprendiendo a reconocer y a valorar la influencia que tienen esas diferencias?
Muchas compañías han dicho a la autoria que enfocando la equidad en la representación numérica y en la representación poco ha ayudado a alcanzar cambios en los altos niveles de la organización. Encuentran que las cuotas no conducen a la diversidad de género, y que esta lleva automáticamente a la “inteligencia de género”.
Después de reclutar y contratar más mujeres, las compañías las han perdido. Y muchas vuelven a su actitud anterior. Es así que se interrumpe y fracasa el paradigma, poco efectivo pero políticamente correcto. ¿Qué causa esto?
El análisis de cientos de empresas y de un vasto número de organizaciones sociales hacen de esta investigación una lectura obligada para el avance de sociedades capaces de vivir para y en la inteligencia de género. La diversidad y las diferentes estrategias favorecen mejoras en el trabajo y en el hogar.
Los enfoques limitados son una de las razones de que aún exista el "techo de cristal" y se dan sobre todo en organizaciones que no dan la bienvenida al desarrollo de las mujeres, más que cualquier otra cosa.
De ahí la evidencia de que sería muy bueno para las mujeres que en las empresas se prevengan de que en los cargos de mayor envergadura tengan una efectiva participación con sus colegas hombres.
Encontraron, por primera vez, que el camino para crear una saludable, efectiva y más balanceada organización no se da solo a través del ascenso o avance de las mujeres, sino por su entendimiento, valoración y combinación de contribuciones de hombres y de mujeres, juntos. Así es como crece su inteligencia de género.
Alcanzamos, dicen un paradigma en la búsqueda del entendimiento natural y de la equidad de género en el siglo XXI: la inteligencia de género está liderando la era de este entendimiento.
La inteligencia de género es la comprensión y apreciación de las diferencias naturales entre hombres y mujeres, más allá de lo biológico y cultural, incluyendo las variaciones de la estructura y química del cerebro que influye en los pensamientos y acciones. La inteligencia de género es la conciencia de las diferencias en el género, primero naturales y luego influenciadas por la familia, la educación, la cultura y el medio ambiente.
Así hombres y mujeres están en un nuevo entendimiento de pensamiento y actuación, manteniendo un poderoso nivel de conversación con resultados poderosos. Dan paso a la conversación inteligente, esa que da gusto, que se disfruta, que enaltece, que levanta...
Foto: Archivo AmecoPress.
-----------------------
Opinión – Economía – Empleo y género – Estudios de género – Conciliación. 12 ene. 15. AmecoPress.