¿TOD@S VIVIMOS EN MACHOLANDIA?

9 de diciembre de 2014.

Por Ximena Salazar

Internacional | Salud | Sexualidades | Lima - Perú | Estudios de genero



Proyecto de CiudadaníasX que destaca el machismo que remite a estructuras tradicionales de género que se vinculan a formas de ver la sexualidad como heterosexual y reproductiva


Lima, 09 dic. 14. AmecoPress/CiudadaníasX.- ¿Cuánto nos afecta el machismo? ¿Cuánta violencia genera? A mujeres y hombres los afecta, diariamente, en la casa, en el centro de estudios, en el trabajo, está presente en toda nuestra sociedad, y muchas veces no nos damos cuenta porque asumimos que es lo normal. A las mujeres se les trata como objetos, se juzga su comportamiento y vida sexual, soporta el acoso callejero o laboral, es víctima de violencia física y feminicidio.

Se le estereotipa a que sea sumisa, servicial, sensible y recatada, se le vincula a las labores domésticas desde niña, y es cuestionada sino cumple con el rol maternal. A los hombres desde niños se les reprime en la expresión de sus emociones y sentimientos, se les refuerza la idea de resolver los problemas con violencia, se exalta su virilidad y el hecho de demostrar su fortaleza o control sobre los demás, si no lo hace es tildado de cobarde.

MACHOLANDIA es un proyecto que CiudadaníasX ha creado para llamar la atención sobre el machismo que prevalece en nuestro país. Este machismo que remite a estructuras tradicionales de género que se vinculan a formas de ver la sexualidad como heterosexual y reproductiva. Machismo que está presente desde el día en que nacemos cuando se anuncia nuestro nacimiento como: “¡es hombre!” o “¡es mujer!”, luego de observarse nuestros genitales.

Como hombres vamos a tener que ser de una manera, y como mujeres de otra: celeste para hombres, rosado para mujeres; la casa para las mujeres, la calle para los hombres; la sensibilidad para las mujeres, la razón para los hombres; la maternidad para las mujeres, el riesgo para los hombres, el recato para las mujeres, la exaltación sexual para los hombres. Es decir que nuestra biología (tener un pene o una vagina) va a definir las expectativas de los demás (y finalmente las nuestras) sobre los roles que vamos a desempeñar y nuestra posición en la sociedad. A esta diferenciación se le denomina división sexual del trabajo, que es reiterada hasta el infinito en la escuela, la familia, los medios de comunicación y la justicia, entre otras instituciones sociales.

MACHOLANDIA, entonces, es el país en que vivimos, y por eso es necesario cambiar nuestras mentes y sensibilidades. Para ello hemos reproducido MACHOLANDIA en el espacio público, un espacio en el que se recrean distintas formas de expresar el machismo: a través de la música, a través de los medios de comunicación y en el espacio público con el acoso callejero.

El machismo en la música se representa a través de una proyección de canciones, acompañadas de imágenes, cuyas letras expresan violencia contra la mujer, sexismo, roles de género rígidos, expectativas de comportamiento pasivo de las mujeres y frecuentemente ridiculización. En “Disco Macho” se emiten las canciones cotidianas, acompañadas de imágenes, imitando un Karaoke. Canciones que están o estuvieron alguna vez de moda, canciones que hemos bailado, canciones de nuestra adolescencia, canciones aparentemente inofensivas, sobre cuyas letras poco se reflexiona. Cuando se toma atención a las letras vemos cómo éstas, refuerzan desde ideas prejuiciosas, hasta violentas, que frecuentemente asimilamos sin darnos cuenta.

Lo que vemos en la tele, lo que escuchamos en la radio y en las redes sociales virtuales construye muchas veces discursos de género que denigran a las mujeres, que las convierten en objetos y que transmiten ideas que refuerzan el machismo y, muchas veces también, el racismo. Macho News se ha compuesto con la recopilaciones de videos, portadas de revistas y periódicos, audios, y reproducciones de internet, que muestran cómo en los medios de comunicación se colocan imágenes, expresan opiniones y se plantean situaciones que refuerzan, nuevamente, los prejuicios, la inequidad de género y la violencia. El acoso callejero es cotidiano, no es un evento casual y específico que sufre una persona. El acoso callejero está institucionalizado en nuestro país y suele pasar desapercibido en forma de broma, piropo o “galantería”.

Queremos con “Macho 4D” que las personas, especialmente los hombres, experimenten el acoso callejero atravesando un corredor con fotografías que muestran diferentes modalidades de acoso, mientras van escuchando voces en off que susurran palabras y frases que se suelen declarar por la calle. Con esto queremos que las personas reflexionen a lo que están expuestas diariamente las mujeres y que, muchas veces, la sociedad normaliza.

Al dejar MACHOLANDIA nos miramos en el espejo y nos preguntamos ¿cuántas veces hemos sido machistas, sin darnos o dándonos cuenta? ¿Cuántas veces hemos ejercido la inequidad de género?, ¿cuántas veces hemos justificado una broma machista?, ¿cuántas veces hemos permitido o relativizado un acto machista? Reconocer que vivimos en MACHOLANDIA es una forma de iniciar el cambio y para ello es necesario confrontarnos con nosotros mismos y reflexionar cómo el machismo ha ido imbricándose de tal manera que ya no lo logramos ver, ni sentir. Reconocer que vivimos en MACHOLANDIA, hace menos difícil, revalidar que MACHOLANDIA no vive en nosotros.

MACHOLANDIA ha sido uno de los ganadores del Concurso de Apoyo a proyectos del Programa Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura-Perú, en reconocimiento por emplear el arte y la cultura como medio de transformación social. Durante este año ha sido replicada en colegios y parques públicos con gran aceptación.

Foto: Archivo AmecoPress.

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Internacional – Salud – Estudios de género – Sexualidades – Feminismo. 09 dic. 14. AmecoPress.

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