La Habana: "Jornada Internacional de Economía Rural y Derechos Económicos de las Mujeres"

Cuba: Emprendedoras rurales intercambian saberes

11 de noviembre de 2014.

Por Helen Hernández Hormilla

Economía | Internacional | Mujeres rurales | La Habana, Cuba. | Empresarias | Encuentros y Jornadas | Empoderamiento



Las trabajadoras rurales requieren más visibilidad


La Habana, 11 nov. 14. AmecoPress/SEMlac.- Desde cómo organizar un negocio hasta trucos para la artesanía, la siembra de hortalizas, cría de animales y cultivo de plantas exóticas compartieron mujeres emprendedoras durante la "Jornada Internacional de Economía Rural y Derechos Económicos de las Mujeres", celebrada en el hotel Panorama, en La Habana, del 27 al 29 de octubre.

Las más de 70 personas convocadas al evento por la Oficina de Coordinación Regional para América y el Caribe de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y la Asociación para la Cooperación con el Sur (ACSUR Las Segovias) constataron la capacidad de estas pequeñas productoras y artesanas de ganar independencia.

El encuentro forma parte de un proyecto para incorporar al desarrollo socioeconómico local a 24 emprendedoras rurales de los municipios Guanajay, Artemisa (a 102 kilómetros de La Habana); Florida, Camagüey (a 535 kilómetros de La Habana) y Bartolomé Masó, Granma (742 kilómetros al este de La Habana), que coordinan la ANAP y ACSUR Las Segovias, con financiamiento de la Unión Europea.

Durante 2014, las protagonistas de esta experiencia han recibido talleres con nociones económicas y contables, autoestima, género y han intercambiado con integrantes de otros proyectos similares.

Cuando finalice, en diciembre próximo, la iniciativa deberá haberlas provisto también de insumos y equipamientos solicitados por ellas, luego de evaluar las necesidades de sus emprendimientos.

Según sus organizadoras, con la Jornada pretendieron crear un espacio de reflexión y debate sobre aspectos teóricos de economía feminista, desde el enfoque de derechos, así como un intercambio de experiencias sobre el aporte de las mujeres al desarrollo económico local.

La apropiación de herramientas para la gestión de negocios ha mejorado el rendimiento económico de estas mujeres, algunas de las cuales mostraron su lugar de trabajo en los recorridos por una minindustria de conservas, una cooperativa de restauración, un taller de artesanías de bambú y fincas para la ceba de toros, el cultivo de plantas ornamentales y arreglos florales, ubicadas en La Habana y Artemisa.

Con el cultivo de cactus, orquídeas y platicerios, Susy Barbosa se ha hecho popular en Guanajay. Ese filón económico, inusual para una zona de tendencia ganadera, le sirvió a la maestra de 29 años para desmentir las frases de desaliento escuchadas cuando, hace cuatro años, dejó la capital para buscar futuro en la agricultura. "Soy hija de una madre soltera que me enseñó la capacidad de las mujeres para luchar, pero en el campo todavía hay muchos prejuicios machistas a los que tuve que sobreponerme", insistió la asociada de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Niceto Pérez, que planea fundar una tienda propia para comercializar sus productos en La Habana.

En los debates grupales, las emprendedoras apuntaron al machismo como un límite para la incorporación de las mujeres rurales al trabajo, sobre todo en el espacio de la pareja y la familia, donde aún hay resistencia a los cambios.

La ganadera Yosbeny González, de 26 años, se enfrentó al escepticismo de productores y personas de su comunidad, cuando decidió continuar la tradición familiar de criar toros de ceba.

Actualmente, es la única mujer de su provincia en esta actividad, para la que cuenta con 10 ejemplares y cuatro vacas, pero planea ir aumentado la cantidad de animales en su hectárea de tierra.

"Cuando comencé en el proyecto, casi ni hablaba, pero he perdido el miedo escénico al intercambiar con mujeres campesinas de otras provincias y escuchar cómo ellas organizan su trabajo", declaró la joven, quien vive con su esposo y su hijo en la finca heredada de su abuelo.

Entre los cambios experimentados, una vez vinculadas al empleo individual, las participantes de la Jornada apuntaron el reconocimiento social, el logro de la armonía laboral y la conciencia de sus derechos como mujeres.

Según la economista Blanca Munster, una de las asesoras del proyecto, los emprendimientos femeninos incluidos comienzan a mostrar resultados como mejor organización y rendimiento de las producciones.

"El medio rural ha sido históricamente más abandonado cuando se trabaja con las emprendedoras, porque se han priorizado los activos agropecuarios y menos la preparación económica y la formación de las mujeres", significó la especialista.

A su juicio, el cambio más significativo radica en la autoestima de las beneficiarias, capaces ya de trascender la lógica de dependencia del esposo por la de autogestión de sus recursos e ingresos.

Dilcia García, de la Asociación Cubana de Producción Animal, destacó también el crecimiento personal de las mujeres rurales que se integran a proyectos con enfoque de género.

Otros resultados mencionados en colectivo reconocieron los espacios de crecimiento vivencial, la sensibilización en género, el liderazgo femenino y los cambios de roles en la familia.

Lorena Rodríguez, técnica de proyectos en ACSUR, acentuó que es preciso reconocer a la mujeres rurales no solo como productoras, sino como integrantes de una comunidad a la que aportan desde distintos ámbitos.

"Una singularidad de los emprendimientos femeninos es su impacto social, que se derrama en apoyo y aprendizaje de otras mujeres", reconoció, por su parte, la socióloga Kenia Lorenzo, una de las facilitadoras del encuentro.

En la jornada estuvieron dirigentes de instituciones cubanas con proyectos de equidad de género, mujeres campesinas y artesanas de distintas provincias y emprendedoras de México, República Dominicana y España.

Las y los participantes recibieron, además, conferencias magistrales sobre la incorporación femenina en el contexto de cambios económicos, realizadas por las economistas Ileana Díaz y Dayma Echevarría y la periodista Isabel Moya Richard.

Trabajadoras rurales requieren ser más visibles

Las mujeres del campo cubano aparecen poco en la prensa, pero van ganando interés entre algunos artistas y profesionales de la comunicación que reflejan en sus obras la participación femenina en las zonas rurales y las inequidades de género que aún les afectan.

Reunidas el 30 de octubre en el espacio mensual de debate Jueves de la Embajada, que promueve la sede diplomática de España en Cuba, varias personas vinculadas a los medios y la creación audiovisual conversaron sobre las estrategias discursivas para acercarse a estas realidades e insertarlas en los circuitos tradicionales de difusión.

La actividad saludó la jornada de celebraciones por el Día de la Mujer Rural, que se celebra el 15 de octubre, y fue organizada especialmente por la coordinación en La Habana de la organización no gubernamental vasco-española Mundubat, a cargo de varios proyectos dirigidos a mujeres campesinas.

Lizzette Vila, directora de la autónoma productora de audiovisuales Palomas, expuso el interés de su equipo de trabajo por denunciar los conflictos y el dolor que han experimentado muchas mujeres y hombres debido a las desigualdades de poder y los prejuicios de género aún vigentes.

Con más de 20 materiales realizados en el ámbito rural, entre ellos varios documentales, este proyecto ha podido captar historias de campesinas y campesinos que polemizan sobre asuntos como el machismo, la intolerancia, la falta de espacios para las mujeres y la violencia por razones de género, entre otros.

Previo al debate, fue proyectado el corto audiovisual Olivia, el regreso en sí misma, de la realizadora Ingrid León, vinculada a Palomas.

Olivia González, protagonista de la obra, se ha impuesto a los límites establecidos para su género apelando a su fuerza interior y dirige eficientemente una Cooperativa de Créditos y Servicios, con mayoría masculina, en la central provincia Villa Clara.

Vila defendió la posibilidad de llevar productos de este tipo a espacios mediáticos no tradicionales, encuentros y proyectos comunitarios, como maniobra ante el desinterés de la televisión tradicional por estos temas.

Según declaró la realizadora audiovisual, el principal objetivo de Palomas resulta el activismo social para mostrar a mujeres y hombres que están sumergidos en la sociedad y todavía no tienen rostros ni voces en lo público.

"Las realidades de los espacios rurales en Cuba son fuente de creación, sobre todo en temas de género, porque entregan una polifonía de sentimientos, emociones y sobrevivencias", enfatizó la promotora cultural.

El periodista Carlos Gómez, otro de los ponentes del panel, consideró oportuno capacitar a las mujeres de estos espacios con las técnicas y recursos de la comunicación impresa y audiovisual, para que ellas mismas puedan contar sus historias y crear sus productos comunicativos.

Así lo están haciendo en el proyecto "Mujeres emprendedoras rurales" que, desde hace un año, desarrollan la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la organización no gubernamental española ACSUR Las Segovias, con financiamiento de la Unión Europea, para capacitar y dotar de recursos a 24 productoras y pequeñas negociantes de tres localidades del país.

"Las mujeres también pueden participar en la construcción de los mensajes comunicativos", explicó el integrante del grupo D´Manos que, en la oriental ciudad de Bayamo, Granma, funciona como nodo de la Red Nacional de Educadores Populares promovida por el no gubernamental Centro Memorial Martin Luther King Jr.

El colectivo se ha especializado en la comunicación popular y desde ese enfoque de conocimiento compartido capacitaron a las emprendedoras para que crearan boletines informativos impresos, pequeños anuncios y noticiarios dirigidos a sus cooperativas.

Gómez también planea vincular a las protagonistas a la realización de un documental sobre este proyecto, en fase de filmación.

"Ellas irán construyendo el guión y elegirán cuáles son los momentos de su vida que deben estar reflejados", comentó el joven realizador. Alberto Miguel de la Paz, periodista de la televisora municipal Güines TV, de la provincia Mayabeque, contigua a La Habana, presentó los resultados del proyecto "Género, comunicación y comunidad", que desde 2013 capacita a periodistas, realizadores y directivos de medios cubanos en un enfoque de equidad entre hombres y mujeres.

La iniciativa cuenta con tres grupos de activistas distribuidos en las zonas occidental, central y oriental del país, y es organizado por la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión de Periodistas de Cuba, con apoyo de Mundubat y la Agencia Española de Cooperación Internacional para Desarrollo (AECID), entre otras instituciones.

"Buscamos construir un nuevo discurso desde los medios audiovisuales, donde se pueda visibilizar mejor a la mujer y a los hombres partiendo de la máxima de que todo lo que hemos aprendido se puede desaprender para ser mejores", comentó el reportero.

Para ello, las y los comunicadores vinculados al proyecto han recibido capacitaciones en género y comunicación que luego replicaron en sus respectivos medios de prensa.

La velada incluyó actuaciones de la cantante de música campesina María Victoria Rodríguez y de integrantes del proyecto para adolescentes "El punto cubano y otras tradiciones campesinas", del Centro Iberoamericano de la Décima y el Centro de Investigaciones de la Música Cubana.

En la sede de la embajada española quedó inaugurada también la exposición fotográfica “Ruralidad con nombre de mujer”, de los artistas Arcides García y Humberto Mayol, con retratos de productoras campesinas en sus lugares de trabajo.

(Se adjunta dossier Mujer rural)

 

Foto: Archivo AmecoPress.

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Internacional – Economía – Mujeres rurales – Empresarias – Empoderamiento – Encuentros y Jornadas. 11 nov. 14. AmecoPress.

Documentos

Dossier Mujer Rural | Dossier_de_Mujer_Rural.pdf
PDF | 1.2 MB

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