Vuelve la amenaza de la custodia compartida impuesta
Madrid, 14 oct. 14. AmecoPress. El recién estrenado ministro de Justicia, Rafael Catalá, expresó la semana pasada su compromiso con presentar en el Congreso el proyecto de Ley de custodia compartida "en las próximas semanas". Hay que volver a advertir que la retórica de la igualdad es tan poderosa como peligrosa si con ella sólo atendemos a la igualdad formal y dejamos de lado las condiciones reales de vida de las personas concretas.
Consideraciones sobre las condiciones de igualdad real o sobre el interés de los y las menores son tan obviadas como “usadas” por una buena parte del poder legislativo, políticos e instituciones judiciales. Así, los rumores de un posible cambio en las leyes del estado español a favor de la preferencia por la custodia compartida por parte del Ministerio de Justicia, han sido precedidos por normativas autonómicas en comunidades gobernadas por el Partido Popular: Aragón o la Comunidad Valenciana. También la ley catalana obliga a los progenitores, si no se ponen de acuerdo sobre el régimen de custodia, a presentar un plan de “coparentalidad” con sus propuestas para el cuidado de los hijos e hijas al margen del convenio de divorcio que el juez debe valorar, aunque no prima la custodia compartida.
La regulación general actual establece la custodia compartida para los casos en que ambos progenitores la soliciten de común acuerdo, siempre que ninguno de los dos haya cometido un delito contra la vida, la integridad física, la libertad o de carácter sexual contra su pareja o los hijos e hijas, ni existan indicios de violencia de género (apartados 5 y 6 del artículo 92 del Código Civil).
En un contexto de Igualdad, es la mejor opción
Personas expertas y feministas insisten en defender esta opción -la custodia compartida de mutuo acuerdo-, como el mejor régimen de convivencia que puede establecerse para hijos e hijas y también para padres y madres. Efectivamente, en un contexto igualitario, la custodia compartida es sin duda el modelo ideal tras una separación o divorcio, el que mejor refleja y respeta esa igualdad de partida y, con ella, el interés de las y los menores que la tienen integrada en sus códigos afectivos y de convivencia. Los problemas comienzan cuando la igualdad no ha presidido dichos códigos antes de la separación y pretende irrumpir en momentos de crisis.
Durante su intervención en el Pleno de la Cámara Baja en la sesión de control al gobierno la semana pasada el titular de Justicia argumentó que su departamento se encuentra estudiando el informe "complejo y amplio" que fue remitido al Ejecutivo "el pasado mes de julio" tras pasar por "todo el proceso de dictámenes e informes". El diputado de UPyD, Antonio Cantó, le recordó que el Gobierno lleva "dos años de retraso" en la elaboración de esta norma y que el pasado mes de agosto obtuvieron la misma respuesta en una pregunta escrita.
Menores
El ministro explicó que en todo caso “lo que debe prevalecer es el superior interés del menor y el enfoque estará en que la guardia y custodia monoparental o compartida puedan estar establecidas en carácter de igualdad, en función de las circunstancias, porque es muy difícil desde el código civil establecer con carácter general cuáles son las reglas". Añadió que "hay circunstancias subjetivas particulares en cada caso" de manera que lo que busca su departamento es elaborar "un marco mínimo común".
De momento, cabe recordar que el marco legal sigue siendo el mismo –han de cumplirse y tenerse en cuenta una serie de requisitos recogidos en el Código Civil-. Tan poderoso es el argumento del interés de las y los menores en la resolución de los casos de divorcios, como proclive a acoger intereses y preconcepciones adultos. La experta Ángela Cerrillos, ex presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, asegura que “los jueces que están mostrando una manifiesta apertura hacia la custodia compartida en caso de desacuerdo entre los progenitores no están valorando bien las consecuencias; si no hay acuerdo, es el menor el que paga”.
Hay que tener en cuenta que todavía en la mayoría de los casos las mujeres son las que han tenido dedicación plena al cuidado de los hijos e hijas y aún muchas han abandonado o postergado su vida laboral en función de ese proyecto”. Para muchas expertas ese aspecto no es solo un asunto legal, sino un enfoque que hace justicia histórica y que contribuye a deshacer las redes de la desigualdad.
Mujeres juristas y asociaciones feministas insisten en la necesidad de promover la corresponsabilidad familiar y hacer crecer un contexto de igualdad entre mujeres y hombres en todos los campos para poder establecer la custodia compartida de un modo adecuado: válida para madres y padres, positiva para hijos e hijas, buena para la convivencia social y la primacía de un modelo equitativo y solidario.
Foto: Archivo AmecoPress
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Estado español – Legislación – Infancia – Legislación y género – Movimiento feminista; 14 octubre. 14. AmecoPress