“Mujeres y Literatura” en el Ateneo de Madrid

7 de febrero de 2008.

Por Toñi Rubio

Cultura | Madrid | Debates





El ciclo de conferencias organizado por la Agrupación Ateneísta de Estudios sobre la mujer Clara Campoamor, comenzó con la ponencia “Reinas y concubinas: Urraca de Castilla y Leonor de Guzmán” que  estuvo presentada por María Isabel Pérez de Tudela, profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y María Teresa Arias, presidenta de la agrupación. Ambas destacaron la imagen de mujer avariciosa y poco válida para gobernar que prevalecía en la Edad Media castellana sobre las reinas

Auditorio

Pérez de Tudela se encargó de presentar la figura de Urraca de Castilla, cuya vida estuvo marcada por la última derrota que sufrió su padre, Alfonso VI, frente a los almohades, en Uclés. En ella falleció su hermano, el infante Sancho, convirtiéndose Urraca en heredera del reino. Desde su cargo se vio obligada a casarse con el rey de Aragón y Navarra, Alfonso el Batallador, buscando la unidad de los reinos peninsulares. Su idea de unión territorial supone un importante adelanto en el tiempo.

María Isabel Pérez también destacó el convulso reinado de Urraca con una realidad de guerra civil y de revoluciones burguesas, sobre todo en Compostela y Sahagún, junto con las confrontaciones personales con su cónyuge. Ante esta situación, los obispos tratan de sacar provecho de la soberana, sobre todo, el de Compostela, Giraldo Gelmírez, quien en algunos de sus escritos la nombra como Hezabel y dice de ella que sólo aspiraba a la rapiña y a la destrucción, pues es una fiera, sedienta de dinero. Según la profesora de la UCM, este obispo es claramente misógino porque en sus narraciones dice que el talante propio de las mujeres, así como sus armas propias, son el fraude.

Las mujeres eran adúlteras, pero no los hombres

María Teresa Arias habló de la vida de la concubina, Leonor de Guzmán (1310-1351) quien mantuvo una convivencia ilícita con Alfonso XI, el Justiciero, con el que tuvo diez hijos. Según las crónicas, Leonor era una mujer de gran inteligencia, aconsejaba al rey y actuaba como mediadora entre éste y sus súbditos. No tenía ambición de ser reina, sólo de conseguir bienestar y buena posición para sus hijos.

Sin embargo, en esa época las relaciones extramatrimoniales eran comunes por diversos motivos que justificaban la situación del hombre, pero que convertían a la mujer en adúltera. La justificación para ellos eran los matrimonios pactados, su necesidad de tener descendientes que heredasen sus títulos y la gran mortalidad infantil.

La opinión de las mujeres no tenía ninguna importancia en un mundo de hombres donde primaban razones de linaje. Socialmente, las relaciones extramaritales eran toleradas porque la mayoría de los nobles hacía lo mismo y los parientes implicados, disculpaban la situación ya que recibían honores y riquezas.

Leonor de Guzmán tuvo un lugar muy destacado en la política y en la sociedad de su tiempo, aunque al morir el rey, nadie le apoyó y la reina ordenó su muerte.


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Fotos: AmecoPress

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Cultura – Debates – 7 febrero, 08 (AmecoPress)

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