Miles de personas marcharon el domingo desde Neptuno a la Puerta del Sol

La marea blanca defiende la sanidad pública para todas

24 de septiembre de 2013.

Por Gloria López

Política | Madrid | Mujeres migrantes | Salud



Desde la aprobación del Real Decreto el año pasado, 873.000 personas inmigrantes no regularizadas han perdido la tarjeta sanitaria


Madrid, 24 sep. 13. AmecoPress. Miles de personas se sumaron la mañana del domingo a la marea blanca en las calles de Madrid para manifestarse a favor de la sanidad pública y celebrar el freno judicial del proceso de privatización de la sanidad madrileña. La manifestación no se olvidó de la población inmigrante, la más excluida de la atención sanitaria desde la aprobación del Real Decreto 16/2012, gracias al cual ya no existe en el Estado español un modelo sanitario universal, ni de acceso gratuito. A las más de 800.000 personas que ya no tienen derecho a la atención sanitaria, hay que añadir las que, teniéndolo, no siempre pueden acceder a ella, puesto que no pueden pagar la medicación o algunas prestaciones.

Pancartas que reclamaban “La sanidad no se vende, se defiende”, cánticos que pedían “menos gastos militares y más escuelas y hospitales” o "¡Más enfermeras y menos Eurovegas!": una multitud de personas diversas que marchaba en la que fue la undécima marea desde Neptuno hasta la Puerta del Sol.

Médicos y médicas, profesionales de la enfermería, personal administrativo de los centros de salud y personas usuarias de la sanidad pública llenaron de alegría las calles al grito de: ¡No somos clientes, somos pacientes!

El Decreto que acabó con la sanidad universal

No faltaron las personas inmigrantes, que pidieron la derogación del Real Decreto Ley 16/2012 mientras cantaban, a golpe de guitarra, el ‘Canto a la libertad’, compuesto por Labordeta. Este decreto ha excluido a 800.000 personas del derecho a una sanidad pública. En apenas un año desde la aprobación de la medida algunas personas han muerto al no poder acceder a una atención sanitaria.

Según datos difundidos por las organizaciones, el Real Decreto aprobado el año pasado ha provocado que 873.000 personas inmigrantes no regularizadas hayan perdido la tarjeta sanitaria. Afortunadamente esta despiadada medida no se aplica en todo el estado español. Cuatro comunidades autónomas se han declarado objetoras: Andalucía, Cataluña, País Vasco y Asturias. Médicos del Mundo asegura que las consecuencias detectadas más graves afectan a las enfermedades crónicas, con la interrupción de los tratamientos y en las patologías infecciosas transmisibles para las que no se han activado protocolos correspondientes. Esta forma de actuar, además de inmoral, pone en peligro la salud de toda la población.

Una de las inmigrantes que el domingo sujetaba una gran pancarta reclamando Salud pública y gratuita es Yayi, de la Asociación gambiana Kairaba. “Tenemos derecho a la atención sanitaria, como todas las personas, ya sean españolas o de cualquier país”, reclamaba en una conversación con Amecopress. La africana denuncia que negar el derecho a la salud es “inhumano e injusto” y asegura que conoce a muchas personas inmigrantes que “viven con miedo a enfermar” o “que estando enfermas, están siendo ayudadas por profesionales de la salud de manera voluntaria”.

Esta nueva marea es la primera que se convoca desde que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid frenara al proceso privatizador de la sanidad. Así que, además de reivindicativa, fue una fiesta.

En todo caso, la marea de personas que defiende un modelo de sanidad universal, público y de calidad, sabe que no va a ganar la batalla en las instancias judiciales. Aunque se consiguiera la paralización definitiva de la privatización de los seis hospitales, no se habría conseguido paralizar toda la privatización en otros sectores sanitarios como en la Atención Primaria, ni evitarla en el caso de todas las categorías llamadas eufemísticamente “no sanitarias”, ni frenar el desmantelamiento de los hospitales públicos, ni el de los recortes que propician miles de despidos y una precariedad extrema. Tampoco conseguir derogar el RDL 16/2013, que acaba con la sanidad universal.

La defensa del derecho a la salud, que es además un logro social en el que participaron generaciones, tendrá que contemplar la labor diaria y cotidiana que promueve la unión de las personas, superando los intereses particulares. Así lo han demostrado y es lo que ha hecho posible movilizaciones masivas, alegres y reivindicativas como la del domingo.

Fotos archivo AmecoPress

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Pie de fotos: 1) Pancarta sostenida por la Asociación de Inmigrantes de Madrid; 2) Imagen de la manifestación; 3) Yayi, sosteniendo la pancarta;

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Política – Salud – Salud y género – Mujeres inmigrantes; 24 septiembre (13); AmecoPress

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